El próximo 5 de
Octubre el Museo Etnográfico de Terque
inaugura un nuevo
espacio museístico la Tienda de Tejidos “La Modernista”
El Museo Etnográfico de Terque sigue
en su empeño por conservar la historia social y económica de
nuestra provincia, sus formas de vida, sus costumbres. Su último
trabajo, ha sido la recuperación de un antiguo y centenario comercio
de Tejidos procedente de Alhabia, la conocida tienda de Fulgencio
Ruiz Maruenda “La Modernista”.
Este nuevo espacio, se
convierte en una propuesta museística dedicada a conocer la
historia de los tejidos y de la vestimenta. Además de ver la tienda
con el mobiliario original de 1903, se puede contemplar una amplia
colección de tejidos y vestimenta con una cronología entre 1860 a
1980.
Alhabia, fue el centro
comercial de la comarca. Con comercios de todas clases: tejidos,
comestibles, alpargatería, cerería, farmacia, talabartería... de
ellos se decía “En los comercios de Alhabia se venden hasta
calenturas” refiriéndose a lo bien surtidos que estaban. A
esta circunstancia conducían dos factores su lugar estratégico en
un cruce de caminos, entre Almería, Granada y la Alpujarra y la
existencia los lunes del único mercado semanal de toda la comarca.
Había un dicho popular que decía “Las mujeres de Terque ponen
el perol en la lumbre y van a Alhabia a por la carterilla de
azafrán.”
Entre estos comercios,
destacó por su elegante tienda y por lo bien surtida, la Tienda de
Tejidos La Modernista de Fulgencio Ruiz Maruenda. Hijo de un
murciano de Fortuna, Matías Ruiz Gomariz, que en 1894, instaló una
primera tienda de tejidos en Alhabia.
Fortuna, era el pueblo
de donde procedería la mayor parte de comerciantes de tejidos y
pañería de la provincia de Almería. Bartolomé y Tomas Pérez
Palazón abrieron las pañerías El Globo y la Villa de Lyon,
Pedro Ramírez la Tijera de Oro y el primo de Matías,
Fulgencio Pérez Ruiz El Río de la Plata
En 1903, Fulgencio
renueva el negocio con la tienda de Tejidos y Sombrerería bajo el
nombre de “La Modernista” en la plaza de la Constitución.
Este establecimiento, será atendido de forma continuada por
sus hijos Fulgencio y Mariquita Ruiz Palazón hasta 1977.
El mobiliario, con sus
estanterías, armarios y mostrador fue realizado por la familia
Salmerón carpinteros de la Alhabia.
Por sus libros de
contabilidad y facturas podemos ver que su clientela procedía de
los pueblos cercanos del río Nacimiento desde las Alcubillas hasta
Alsodux, cortijos de la Rambla de Gergal o pueblos del río Andarax
desde Instinción a Santa Fe, desde Alhama a Huecija.
También podemos
apreciar los géneros que se vendían. Hasta las décadas de
finales del siglo XX, la gran mayoría del vestuario era
confeccionado por los propios clientes, modistas y sastres.
En La Modernista se
despachaban, todo tipo de telas y lienzos desde las más rusticas a
los más selectos: Alpaca, Balleta, Batista, Bombasi, Crespón,
Cretona, Dril, Franela, Gamuza, Hilo, Holanda, Indiana, Lana, Lona,
Muletón, Muselina, Organdí, Percal, Pique, Raso, Satén, Seda,
Yute, Vichí o Vicuña. Más de 40 tipos diferentes aparecen
registrados. También apreciamos, como en sus primeros años, se
utilizaba, como medida para cortar los lienzos, la antigua vara,
que equivalía a 835 mm. Resistiéndose a la utilización del metro,
que estaba en uso en España, con el sistema métrico decimal desde
1852.
También tenían en
algunos pueblos, como Alboloduy, personas que les servían de
vendedores a cambio de una comisión.
La tienda, también
ofrecía una importante cantidad de géneros confeccionados. Allí,
se vendieron: Alfombras, Camisetas, Capas, Gorras, Mantas, Mantones,
Mañanitas, Medias, Pañuelos, Paraguas, Sabanas, Sombreros,
Sombrillas, Velos, Tocas, Tapetes o Toquillas.
Los sombreros tan
utilizados en estos años, fue uno de sus géneros más vendidos
“ sombrero paja,
catalán, andaluz, modernista, gorra de pana”. O los mantones “
de Manila, merino, de pelo, de sarga”
También se vendía
borra, lana de mala calidad con la que se rellenaban cojines o
colchones “ ½ @ borra blanca, ½ @ borra parda”
En los años 50, también
hubo un pequeño apartado en la tienda donde el dependiente
Francisco Ayala Carbonell, vendía y cambiaba novelas del oeste de
Marcial Lafuente o de amor de Corín Tellado y sobres de cromos para
los niños. Entró como aprendiz en 1952, trabajando hasta 1961,
recuerda que ganaba 500 pesetas al mes, y que cada Navidad le
regalaban un traje.
También revive, como
cada mañana, antes de empezar la jornada de trabajo, junto al arco
que daba a la trastienda, rezaba arrodillado junto a Fulgencio y su
hija Mariquita. Todavía hoy se conserva, en ese lugar, ese pequeño
“altar”. Clavadas a la madera, imágenes del Corazón de Jesús,
del Cristo de la Luz de Dalias, de San Pancracio o de Santa Rita,
entre otros.
Una curiosidad son las
numerosas anotaciones que aparecen en las baldas de las estanterías,
realizadas y firmadas por varios de los dependientes que fueron
pasando. Anotaciones que dejan testimonio de días de limpieza o
inventario “ Arreglando la tienda. Alhabia 4 Septiembre 1932.
Enrique Cantón”, “Haciendo la Limpieza. Alhabia 9-12-44,
Venancio López Romero.” Asignación de géneros o incluso
ideales políticos.
“Viva la República
Comunista.”
Entre estos dependientes
encontramos numerosos nombres entre ellos por ejemplo Enrique Cantón
Romera de Terque, Manuel Martínez, Miguel Gutiérrez, Serafín
Romero, Venancio López o Luis Colacios Casas.
Otra anécdota, nos
recuerda como Mariquita Ruiz, su última propietaria señalaba los
precios de venta al público en las etiquetas. En la parte de
arriba daba un código largo de números en los que las últimas
cifras era lo que le había costado a ella. Así cuando le pedían
una rebaja que solía ser siempre, solo tenia que mirar el código,
ver lo que le había costado a ella, y hacer la rebaja sin pasarse ni
perder.
La donación del
mobiliario de la tienda, con su documentación, géneros y enseres
ha sido posible gracias al ofrecimiento realizado por los nietos de
Fulgencio Ruiz Maruenda: los Hermanos Ruiz Ortega. Sus testimonios y
recuerdos, nos han permitido reconstruir fielmente la historia de
la tienda. Nuestro agradecimiento a ellos.
Una vez más el Museo
Etnográfico de Terque, ofrece una pieza única en la provincia:
una centenaria Tienda de Tejidos. Terque es hoy, el referente de la
etnografía en la provincia. La Modernista, viene a sumarse
al Museo Etnográfico, Museo de la Uva del Barco, Cueva de San
José y Cueva de Anica Dolores.
Terque es, cada día
más, uno de los más atractivos enclaves de turismo cultural y
paisajístico de Almería.
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